| 7,9 | 3x05: Scarred By Many Past Frustrations
Una de las razones por la que los clones Castor generan tampoco agrado en el fandom de Orphan Black es porque sus problemas son menos interesantes. Leda ha estado antes en situación de genoma defectuoso (y ahí sigue) con personajes más diferenciados, convincentes y conmovedores. La inclusión de algo que va a limitar el espacio en pantalla de otro personaje más querido debería haberse tratado con otro ángulo; la hermandad entre Castor y Leda debería haber sido para aliarse en contra del enemigo que les roba su identidad, no para pelear entre ellos. Que la rama masculina del árbol familiar aún tenga que ser explorada por caminos que ya conocemos y llegar a realizaciones muy lejos en el camino mientras hacen sufrir a la rama femenina no ayuda en nada.
Y es todavía más porqué las protagonistas deberían siendo las chicas cuando las interacciones de Sarah con su hermana son más interesantes que todo lo que hemos visto de los Clones Castor esta temporada. La traición de Helena a su sestra es un momento de ruptura para esta tanda de episodios y recupera aunque solo sea brevemente el centro de gravedad sobre el que toda la locura de la serie orbitaba sin problemas en sus dos primeras temporadas. Helena ha pasado por demasiado y su mente ligeramente infantil y sus formas despiadadas le han dado la imagen de un depredador que se acurruca con sus presas, pero toda confianza tiene su fin y tras ser entrenada, aislada, maltratada y olvidada nuestro Clon favorito decide volar por encima del alambre que la mantiene captiva, dejando a su hermana -y su amigo Pupok- atrás.
Ese final es el punto álgido de un episodio que está lleno de buenos momentos. La cita de Cosima con Shay tiene borbotones de química, la fiesta casera de Gracie es años de liberación estallando en torpes pasos de baile y las confesiones de Mrs. S y Sarah las unen a otras mujeres por hilos que no están tensados por los hombres que las amenazan. Pero alguien vigila la cita de la científica y tanto Gracie como la ¿hija? de Art terminan infectadas por haber mantenido relaciones con un Castor, devolviendo no muy sutilmente el centro de atención al elefante en la sala. Y mientras nadie mate al elefante, nadie más en la sala tendrá espacio para respirar. Las ansias de escapar a quien las oprime nunca llegará a todos los Clones Leda y Orphan Black no podrá volver a ser tan genial como fue en el pasado.
OBSERVACIONES
Una de las razones por la que los clones Castor generan tampoco agrado en el fandom de Orphan Black es porque sus problemas son menos interesantes. Leda ha estado antes en situación de genoma defectuoso (y ahí sigue) con personajes más diferenciados, convincentes y conmovedores. La inclusión de algo que va a limitar el espacio en pantalla de otro personaje más querido debería haberse tratado con otro ángulo; la hermandad entre Castor y Leda debería haber sido para aliarse en contra del enemigo que les roba su identidad, no para pelear entre ellos. Que la rama masculina del árbol familiar aún tenga que ser explorada por caminos que ya conocemos y llegar a realizaciones muy lejos en el camino mientras hacen sufrir a la rama femenina no ayuda en nada.
Y es todavía más porqué las protagonistas deberían siendo las chicas cuando las interacciones de Sarah con su hermana son más interesantes que todo lo que hemos visto de los Clones Castor esta temporada. La traición de Helena a su sestra es un momento de ruptura para esta tanda de episodios y recupera aunque solo sea brevemente el centro de gravedad sobre el que toda la locura de la serie orbitaba sin problemas en sus dos primeras temporadas. Helena ha pasado por demasiado y su mente ligeramente infantil y sus formas despiadadas le han dado la imagen de un depredador que se acurruca con sus presas, pero toda confianza tiene su fin y tras ser entrenada, aislada, maltratada y olvidada nuestro Clon favorito decide volar por encima del alambre que la mantiene captiva, dejando a su hermana -y su amigo Pupok- atrás.
Ese final es el punto álgido de un episodio que está lleno de buenos momentos. La cita de Cosima con Shay tiene borbotones de química, la fiesta casera de Gracie es años de liberación estallando en torpes pasos de baile y las confesiones de Mrs. S y Sarah las unen a otras mujeres por hilos que no están tensados por los hombres que las amenazan. Pero alguien vigila la cita de la científica y tanto Gracie como la ¿hija? de Art terminan infectadas por haber mantenido relaciones con un Castor, devolviendo no muy sutilmente el centro de atención al elefante en la sala. Y mientras nadie mate al elefante, nadie más en la sala tendrá espacio para respirar. Las ansias de escapar a quien las oprime nunca llegará a todos los Clones Leda y Orphan Black no podrá volver a ser tan genial como fue en el pasado.
OBSERVACIONES
- Dicho ésto último, éste capítulo se ha acercado mucho a la serie en sus buenos tiempos, pero precisamente porque los Castor han tenido un papel menor. Y no me fío de que la semana que viene vuelvan a las andadas.
- "My Sestra... She tears my heart" NO ESTOY LLORANDO.
- Espero que cuando Mrs. Hendrix vuelva en el capítulo que viene le hagan honor a la Desperate Housewive de la serie. Por favor.
- Sé que todos sois #proDelphine pero Ksenia Solo ha estado genial en este capítulo.
#CosimaSealOfApproval
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