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domingo, 22 de septiembre de 2013

Hannibal: Eating Them Softly

Buenas tardes! En mi intento suicídico de reseñar todas las series que he visto este verano hemos llegado al primer día de Universidad (fijaros que velocidad llevo con la entrada que la estoy publicando el séptimo). Ha sido horrible, no preguntéis (pero preguntad ¿comprendéis la paradoja?), me he levantado cuando antes me acostaba para ir a aguantar tres horas de rollo patatero. Anyway, con menos tiempo que de costumbre, hoy os hablaré de la última serie que tengo pendiente urgente: Hannibal.

En la próxima ya haré la distribución de como irán las reseñas semanales, especiales... y todo el rollo chino del cuál sólo yo en mi mente me entero, pero de momento ésta es la última serie que he de reseñar ya de ya (quedan algunas pendientes que ya caerán).

Hannibal (Showtime, 1 temporada, 13 episodios)


¿Alguna vez os habéis preguntado como sería Hannibal convertido en personaje de serie de televisión? Pues aquí tenéis una complicada versión de lo que sería la respuesta. Con Will Graham como protagonista, Hannibal coloca a la mente maestra de El Silencio de los Corderos en la penumbra de una serie policíaca-criminal un tanto peculiar.

¿Porqué? Hannibal no habla de asesinatos comunes. Nos muestra la obra de psicópatas, asesinos en series y caníbales. Y lo hace des del punto de vista del criminal... pero a través de Will. Con una capacidad asombrosa de empatizar con aquellos a quién buscar capturar (hasta el punto que llega a ser un riesgo para si mismo), Graham es capaz de unir todas las pruebas y evidencias en su mente con un intrincado mecanismo mental que consiste en pensar como lo haría el asesino, a coste de perderse en su mente.

Esto, aunque parezca aburrido dicho por mi, prueba ser un oscuro, interesante y perfectamente formado tapiz capítulo tras capítulo. Los esfuerzos de Will por mantenerse fuera del abismo lo convierten en un personaje perturbado y con el que es fácil encariñarse a la vez. Mientras, Hannibal juega con él desde la fachada de ser su psiquiatra, muy útil para extraerle información de los (brutales y muy viscerales) casos que éste investiga. Y la gran pregunta permanece ¿aún siendo un psicópata, es Hannibal bueno o malo? Es evidente que es el criminal a vencer, pero a la hora de la verdad ¿de qué parte están sus sentimientos? ¿Quiere ser amigo de Will (posibilidad que se explora a través de los diferentes episodios) o simplemente guiarle hasta su propia auto-destrucción (como vemos hacia el final de la temporada)? Saber la respuesta será una de esas incógnitas que espero con ansias que puedan resolver en su segunda entrega.


Los personajes que engloban el resto del reparto, prueban ser acertadas piezas muy útiles para completar la ecuación de cada personaje. Desde Alana Bloom (punto de apoyo e interés amoroso de Will, una de las pocas con intenciones verdaderamente nobles respecto a él), pasando por Jack Crawford (el jefe de Will, de dudosa moral) o Abigail Hobbs, hasta llegar a los curiosos (y cómicos) miembros del équipo de forenses, donde destaca Beverly Katz, con quien Will tiene una extraña relación de amistad ya que ella es capaz de ser sincera con él.


Pegas; puede ser lenta o excesivamente pausada, desviándose (o pareciendo hacerlo) de la línea de la trama o yendo por desvíos lentos que pueden no contribuir demasiado. Muy visceral, a veces demasiado. El exceso en contraposición de la calma: ruidos estridentes, luces. Están bien para mostrar las visiones y ataques, pero a veces son demasiado y ciegan o ensordecen al espectador de lo que está pasando.

Con todos esto os la recomiendo encarecidamente, no os decepcionará.

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¡Y hasta la próxima! (Que aunque debería ser pronto si nos fijamos en que las series comienzan su recorrido anual ya de ya, dependerá siempre del ritmo de la Universidad...)

Nos vemos! :)

viernes, 6 de septiembre de 2013

Orphan Black: The "C" Club

Bonjour, mon amis! (ni flowers de si eso está bien escrito pero para eso este es mi blog y escribo francés como me sale del c...larinete ¿no? Pos' a otra cosa). En mi delirio veraniego de "puedo ver tantas series como quiera! Puedo ver más de las que me permiten las 24 horas del día y nadie puede decirme lo contrario!" acumulé, como ya sabéis, un montón de ficciones sin reseñar. Ahora apenas quedan dos semanas para que comiencen todas de nuevo y hace unos días comencé la ardua tarea de ponerlas todas al día para entonces. Hoy, os doy la bienvenida al club de la herradura! Osea... de los clones; reseñamos Orphan Black.

Orphan Black (Showtime, 1 temporada, 10 episodios)


"Domive, y Orfan bláh de que va?" Te preguntarás. Pequeño aprendiz de duende. Pues bien, resumiendo (porque la trama se vuelve muy, muy complicada), Sarah Manning es una joven estafadora que regresa después de casi un año desaparecida a recuperar la relación con su hija de siete años. Pero en su camino de regreso presencia el suicidio de Beth Childs, una policia con un gran parecido a ella. Con la intención de robarle los ahorros y su identidad, finge su propia muerte y trama un plan, sin darse cuenta de que en realidad se está metiendo de lleno en una red de clonaje de la que ella es una minúscula parte y en la que hay un asesino suelto que intenta matarla a ella y al resto de sus "hermanas de sangre".

En definitiva. Va de clones. Muchos. Todos nacidos en 1984 y decididos a volver la vida de Sarah una auténtica locura. Lo que más mola de la serie (y si habéis oído hablar de ella lo sabréis) es que todas las diferentes personalidades (o clones) son interpretados por la misma actriz; Tatiana Maslany. Y cuanto más distinto es un personaje de otro más te maravilla que el 80% del reparto esté constituido solo por ella. Hay veces que llega a haber hasta tres Tatianas en una misma habitación, hablando entre ellas como si tal cosa.

Dejando atrás la rareza inicial, la serie es muy buena por mérito propio: es pegadiza, intrigante, rápida de ver, maravillosamente interpretada por Maslany (ella es la serie prácticamente) y una fuente de sentimiento, misterio y acción tan alien como su argumento deja entrever. Lo bonito es que, aunque a veces pueda parecer que simplemente son muchas mujeres parecidas conviviendo con un secreto, la serie va logrando un micro-universo para cada una de ellas, de manera que aunque la protagonista es Sarah, cada historia se va formando y evolucionando independientemente (aunque unida al resto). Normalmente los clones más frecuentes son Cosima y Alison, a destacar esta última como una histeria de personaje, polo opuesto total a lo que es Sarah.

Además de las propias dificultades de ocultar semejante secreto y la muerte de Beth, las protagonistas también se encuentran con una asesina suelta entre ellas (Helena, "la loca ucraniana" que la llamo yo, una maravilla de personaje y suficiente para aplaudir el talento de Maslany) y una red de lunáticos que iniciaron el proyecto y ahora intentan monitorizar sus vidas, incluyendo el extraño hecho de que Sarah haya logrado engendrar a una hija cuando debería ser estéril.

Plagada de secretos, acento británico y un poti poti de nacionalidades y personalidades, Orphan Black tan sólo resbala cuando la locura se vuelve demasiado WTF (solo se puede describir así), porque de esa forma parece que todo pierde más efecto. Mola ver a Helena cortarle la cola a un pro-clon, pero marea ver a Tatiana haciendo de Helena, pasándose por Sarah o a Sarah interpretando a Allison cuando esta se emborracha, precisamente porque lo divertido es ver lo muy distintas que son y hay que tener cuidado cuando esas líneas se cruzan porque al final puede acabar siendo todo un lío neo-genético-post-moderno de lo más bizarro.

Pero por suerte, la series, aunque rara as fuck, suele tener las ideas muy claras y normalmente regala cuarenta minutos de clones, secretos e intriga a la vez que se mantiene sobre suelo firme gracias a los lazos emocionales que se entablan entre los protagonistas. En un universo donde tener un gemelo es tirando a aburrido, Orphan Black brilla por lograr que te mezcles en un caos sin sentido que tiene orden a su manera. Por encontrar estructura y belleza en sus múltiples aspectos y formas.

Regalito de la casa: Tatiana hablando con sigo misma en sus múltiples formas-clones

Nota: 8,75-9

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Y hasta aquí. El curso se acerca a to'a pastilla pero ya me quedan poquillas series que comentaros. La próxima será Hannibal. Esperemos que más pronto que tarde. Hasta entonces!

Nos vemos

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Elementary vs. Sherlock: Elemental, mi querido Watson

Buenas de nuevo. Sé que mi regreso al blog no está siendo tan rápido como debería, pero como ya dije, tengo problemas para acceder a internet. De todos modos, prometo ponerme al día, al menos de series, antes de que vuelvan a comenzar a finales de este mes. Hoy la cosa va de detectives; Elementary vs. Sherlock.

Elementary (CBS, 1 temporada, 24 episodios)


Siendo un novato en los mundos de Sherlock Holmes, me chocó bastante la visión moderna con la que se enfocó Elementary. Holmes tatuado y adicto a las drogas y Watson siendo su consejera para ayudarle a dejarlas? Raro. Al principio cuesta un poco acostumbrarse, sobretodo a la falsa frialdad que Sherlock intenta reflejar al mundo para evitar que se acerquen a él o a lo que siente. Pero en un par de episodios te acabas aclimatando a la versión americana de la historia.

La dinámica suele ser entretenida. Elementary se niega darte la respuesta a los crímenes de forma sencilla, dando siempre una vuelta de tuerca interesante a la historia. Sí que es verdad que hay veces que me pierdo tanto que ya me da igual un giro que dos, y esas veces se puede volver un poco aburrido que capítulo tras capítulo la rutina sea la de una serie policíaca procedimental. Pero por suerte, para evitar caer en esa espiral, la serie va añadiendo semana a semana suficiente material personal como para mantenerte enganchado y marcar la diferencia en la evolución de los personajes.

Es por eso que el drama neoyorkino alcanza sus mejores marcas cuando más cerca toca de los problemas de sus protagonistas. Sherlock pasa de ser un drogadicto misógino a aceptar la ayuda de Joan, apreciar su trabajo y su presencia y pedirle que se quede con ella (tras decirle que la echaría de menos, un hito si miramos los comienzos donde no la quería ni ahí). Joan encauza su vida tras perder un paciente en una operación, intentando usar sus conocimientos para encontrar suelo firme en su nuevo "trabajo". Es curioso que la forma en que ambos personajes se ayudan y compenetran llegue a ser tan cercana sin tocar el ámbito amoroso. Como siempre en estos casos, es peligroso quemar demasiado una química que surge por sí sola, pero no por ello menos interesante. De momento, creo que lo más cerca que pueden llegar es al confort mútuo, pero no me importaría que añadieran algo de romance en su ya de por sí caótica y divertida relación.

Finalmente, si hablamos de excelencia con Elementary, hay que hablar del tramo final de su primera temporada. La mid-season finale fue buena, pero hay algo en esos últimos episodios que los hace exquisitos; Irene Adler. A diferencia de en Sherlock (cuya Irene no me fascinó demasiado), la Irene de Natalie Dormer me pareció simplemente perfecta y el giro en que se descubre que es Moriarty algo fresco e inteligente. Personalmente pienso que cuanto mejor el enemigo, más ha de esforzarse Sherlock y mejor se torna la serie. Y si encima ese enemigo marcó de tal forma la vida del protagonista, todavía mejor.

¿Cuentas pendientes? Avanzar en la relación de los protagonistas y encontrar enemigos sólidos y complejos más a menudo, en vez del asesinato semanal. Seguir indagando en la psique de Sherlock (adorable cuando se emociona) y consolidando a Joan como compañera y, ¿porqué no? lograr que Irene vuelva a darse un paseo por Nueva York de vez en cuando.


Nota: 8,75

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Sherlock (BBC, 2 temporadas, 6 episodios)


Sherlock es la cara británica de la historia. Supongo que desde ese punto de vista la original. Siendo objetivos es un Sherlock Holmes más racional y menos visceral. Si buscas una visión clara y entretenida de las debilidades del genio, un viaje semanal a pequeños detalles de la mente de Holmes y a la vez un drama divertido y ligero, huye. Elementary es tu serie. Pero si eres capaz de soportar el formato (hora y media por episodio y solo tres episodios por temporada, una temporada cada cuando les sale del moño... pogfavóh) y lo que buscas es algo a gran escala, Sherlock tal vez encaje en tus gustos.

Y es que la edición británica de Cumberbatch y Freeman es básicamente una genialidad poco comestible. La salud mental brilla por su ausencia (de ahí que consideren a Sherlock un sociópata) y si te adaptas a los brotes de locura de su protagonista, tal y como lo hizo Watson (con un par de tilas a mano), al final merece la pena. Porque cuando el enemigo pone las cosas difíciles, la serie sabe estar a la altura. Es ahí cuando agradeces los macro-planes mentales de hora y media; hablo de el laberinto mental que constituye The Reichenbach Fall (porfavoh que me muero con lo bueno que es ese capítulo), del par de años que se aglutinan en A Scandal in Balgravia o del agotamiento que sufres tras ver a Sherlock resolver caso tras caso en The Great Game. Son micro piezas de arte. A veces dan una vuelta de tuerca de más y pueden ser intragables. Pero si entras en el juego son verdaderas obras maestras. En realidad ni debería llamarse una serie; son las historias de Conan Doyle adaptadas y enlazadas por una constante de personajes y continuidad, pero universos casi independientes entre sí.

En cuanto a los personajes, algunos como Sherlock son difíciles de comparar con su versión en  Elementary. El Holmes de Cumberbatch es menos sentimental pero más fucking putacabra, Watson mola más aquí porque se pasa el rato flipando incluso más que Lucy Liu. Y Moriarty... ogh. Me gusta que sea totalmente distinto al Moriarty de Elementary y que los dos sean geniales a su forma pero es que en el diccionario debería haber una foto de Andew Scott en la definición de locura y perfección. Irene sí que me parece un poco caca, porque se limita a "interés amoroso de Sherlock que se pasea por ahí desnuda" y no le hace justicia al personaje. Más aún cuando todos sabemos que a Sherlock solo le interesa por su mente.

Lo que nos lleva al shippeo. Porque sí. Porque Sherlock y Watson son OTP. Holmes es gay porque lo digo yo y me da iguáh que Watson diga que no lo es; aunque sea hetero está enamorado de Sherlock. Y punto. Porque yo lo veo y porque es así. Si es que su nivel de flirteo está por las nubes! Over the clouds of the rainbow clarísimamente. 

Hay química hasta cuando desayunan:


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-Sherlock Holmes: John, me pasas una tostada?
-John Watson: Con mermelada?
-SH: Uy sí... con mermelada... {susurra} John...
-JW: Sherlock! Con la señora Hudson delante no!~

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Y eso ha pasado. Es verídico y no existe solo en mi mente enferma. Si queréis feels ved repetidamente a Watson hablándole a la tumba de Sherlock (Please don't be dead... Que estoy to' Johnlocked) y llorar putones, porque aún faltan meses de espera. Incluso con el trailer ese y Watson y su bigote.

Y creo que no me dejo nada, amos. Me parece muy feo que a veces Holmes sea tan piedra fría con la pobre Molly (más aún cuando estoy seguro que ella es quien le ayuda a escapar) y una cuenta pendiente es, de verdad, entender que le pasa a este hombre por la cabeza, cosa que poco a poco Watson está logrando. Tal vez sin saberlo. Si hay que marcar evolución, la primera y la segunda temporada son parecidas en calidad (aunque muy distintas entre ellas, siendo la segunda un constante camino hacia lo que pasa al final), pero la finale de la segunda la eleva por las nubes. Y yo pido más de eso; ya que tienen una serie inteligente, excéntrica y con un reparto de lujo, que cojan los casos que mejor sepan jugar con eso y exploten al máximo cada historia y lo que provoca en sus personajes en vez de resolverlo todo al final, porque el material de por sí ya es excelente.

Nota 1a Temporada: 8,5-8,75
Nota 2a Temporada: 9

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Y hasta aquí. No sé si me habré dejado algo con tanta comparación y tanto personaje pero me parece que ha quedado todo bastante bien resumido. Comentad mucho y hasta la próxima! :)

~Goodbye, John...~


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