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miércoles, 13 de febrero de 2013

Crítica de THE SESSIONS (Ben Lewin, 2012)

Hoy estoy de muy buen humor porque me he sacado de encima un examen de matemáticas con más probabilidades de suspenso que tics Kristen Stewart. Y aunque ahora mismo estoy que me muero del sueño, para celebrarlo (por así decirlo), aquí os traigo la crítica de The Sessions, nominada a Mejor Actriz de Reparto en los presentes Oscars.

Director: Ben Lewin

Reparto: John Hawkes, Helen Hunt, William H. Macy, Moon Bloodgood.

Argumento: Tras sufrir poleo de pequeño y quedar de por vida postrado en una cama necesitado de un pulmón de acero, Mark O'Brien, poeta y periodista, decide que a sus 38 años quiere perder la virginidad. Debido a su delicada situación, necesitará la orientación de un sacerdote y los servicios de una terapeuta sexual: Cheryl Cohen-Greene.

Crítica: Vamos a decirlo des de un principio: lo más grande de The Sessions es su enorme reparto. Sus protagonistas, Helen Hunt y John Hawkes, ofrecen interpretaciones profundas y emotivas que llegan al corazón y son el alma de la cinta. Sobretodo Hawkes, cuyo olvido en los Oscar es un crimen. Encarcelado en una extraña postura y dando vida a Mark O'Brien, su interpretación arranca ondas de emoción y logra conectar con el espectador des del minuto cero. Además, la personalidad asustadiza e inocente de su personaje todavía hace más especial cada uno de los avances y esperanzas que se va formulando en ese extraño viaje sexual que emprende cuando decide perder la virginidad. Lo suyo es un grito, la exigencia de un derecho que le han negado durante mucho tiempo. Demasiado. Y ese grito no alcanzaría ni la mitad de su intensidad si no fuera rugido a través del calmado pero intenso discurso de Hawkes. Es una pena que por una mala distribución o por no ser para todos los públicos (en Hollywood se salen del tórrido sexo y se pierden), se haya quedado sin el reconocimiento que se merece. Incluso Moon Bloodgood, cerrando el apartado actoral, está clavada con su fresco papel de asistenta personal. Directa y con gancho, va explicando a un incrédulo recepcionista de hotel los eventos que van aconteciendo en una de sus habitaciones privadas.


Ahora bien, también es verdad que es una cinta un tanto difícil, y que exige un cierto nivel de madurez por parte de la audiencia. Incluso la relación entre Mark y Cheryl es complicada. Uno esperaría el típico "se conocen, conectan, empiezan a sentir cosas que no deberían y al final...". Y, bueno, en realidad es así como pasa, pero no lo dan de forma tan senzilla: la primera vez que ambos comparten una sesión, va taaan mal... que acabas con la sensación de que el pobre de Mark se siente usado. Ese momento, por ejemplo, en que Cheryl se repite y sin querer le dice por segunda vez: "bonita camisa!" daña un poco el autoestima de alguien como él y hace que me pregunte ¿hasta que punto Cheryl solo está alabándolo para darle confianza y en que punto comienza a cruzar la barrera? Es evidente que al final ha entablado una fuerte conexión, pero ¿es algo especial de esa relación en particular o le pasa con la mayoría de pacientes? ¿Es su relación algo especial? En eso se resume todo, más aún cuando él termine con otra persona y te quedas un poco con sensación de que haya simplemente le ha ayudado a lograr una vida sexual plena, que ha afectado en ese ámbito simplemente. Por suerte, la carta en el funeral y los varios flashbacks en que vemos como la lee nos muestran lo contrario. Además, por mucho que sus momentos sean pasajeros y terminen por separarse inevitablemente, en el proceso, crean escenas muy intensas (como cuando ella le pregunta si culpa a ese niño de 6 años por coger poleo) y aunque no es muy amable ver como Cheryl habla de Mark a sus espaldas, como si simplemente fuera un paciente más, ver como cada uno va impactando en la vida del otro de una forma tan delicada pero tan honda hacen de la experiencia algo más que recomendable.

You should take all the awards... and give them to John Hawkes... Magnífica interpretación. Merecía estar en el quinteto nominado a Mejor Actor

Al final, yo opino que ella intenta mantenerse profesional y que prefiere por todos los medios no involucrarse emocionalmente con Mark, prefiere tratarle como un paciente más, como si fuera una ayuda artificial en una función muy específica y muy personal pero, aunque los cambios vayan siendo muy sutiles y muchas veces pasen por alto del ojo menos astuto, ese vínculo tan especial e irrompible está ahí. Y ver como Mark va describiendo sus sentimientos, sus deseos, sus miedos y esperanzas en ese discurso realista pero a la vez inocente, hacen de The Sessions una obra de belleza.

Nota: 8

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Y hasta aquí la review. Sinceramente pienso que si se hubiesen parado un segundo a escuchar y a mirar en vez de pasarla por alto (por culpa de falta de promoción) por en medio de la vorágine de la temporada de premios y de Lincolns y Les Miserables por todos lados, habrían descubierto en The Sessions algo digno de mención.

Saludos cibernéticos! :)

3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo! Bella peli y con un John Hawkes que merecía el lugar de DD LEWIS (aunque aún no vi LES MISERABLES). Todavía tengo los ojos llorosos... Slds.

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    1. Ahora me dejas con la duda de si te referías a Day-Lewis o Jackman, pero sí que es verdad que fuera por donde fuera, Hawkes merecía nominación por semejante interpretación. Saludos! :)

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  2. Totalmente de acuerdo... excelente pelicula, muy emotiva y las actuaciones fenomenales. Un crimen lo de los Oscar.

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