| 7,6 | 2x08: Spooky Sunday Funday
You're The Worst sigue en racha. Tras un episodio emocionalmente complejo y demoledor, Spooky Sunday Funday consigue exprimir el mayor jugo a la fiesta otoñal favorita de los americanos.
Aunque el formato "cámara con iluminación noctura pegada a la cara del protagonista" augmenta la sensación de terror de Lindsay, Gretchen, Jimmy y Edgar por 10 y nos dan momentazos increíbles cuando el Spooky Sunday Funday llega por fin a la casa encantada, el terror del episodio se divide en dos tramas que engloban a todos los personajes (menos a Edgar, que también tiene miedo a intimar con Dorothy por su estrés post-traumático y por llevar dos años sin tener sexo, cosa que me importa tres pepinos porque Edgar es de Lindsay y Dorothy es la pava más pava del universo y no la trago). Y ninguna de ellas tiene que ver con monstruos.
La primera es la trama principal del episodio. Jimmy organiza este día para "arreglar" a Gretchen, cosa que ella le advirtió que no intentara y cuando, aún habiendo pasado una gran noche, él le confiesa que su intención era curarla, la chica evidentemente se cabrea y, lo que es más triste, luego finge que ya está bien, cosa que él se cree. Lo más grave no es que ante la desconexión que están teniendo Jimmy ya esté ojeando otras chicas (desconexión que es la temática de esta temporada, cosa que no había visto antes), sino que se crea que pueda "arreglar" a alguien. Es una posición sacrificada la de los que conviven con gente con depresión, pero emboscarles para hacer una recuperación exprés proviene tanto desde la mejor intención como des del más muro egoísmo. Y de la ignorancia.
La segunda es la trama de Lindsay, y aunque no es tan importante y mucho más comédica y light, me encanta porque me encanta Lindsay. El miedo a pasar página. A saber que si soluciona el problema de la electricidad saldrá otro y otro más. Y la superación de ese miedo. Lindsay toca fondo en ropa interior, mojada y con el maquillaje corrido en el foso del asesino del Silencio de los Corderos. Y después de lograr que empatice con ella de una forma en la que aquella chica de la peli no pudo, llama a atención al cliente en una escena tan rara como divertida. El episodio cierra con su llegada a una casa que vuelve a estar iluminada y habitable. Y su alegría y su orgullo al haber superado un escollo son nuestra alegría. Y un episodio profundamente deprimente se vuelve agridulce.
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| 7,2 | 5x04: Devil's Night
Devil's Night gira entorno a la cena de ex-asesinos en serie más frívola y pretenciosa que os podáis imaginar. Es una excusa más que evidente de Ryan Murphy para decirnos: "mira, me voy a gastar el presupuesto que no me gasto en buenos guionistas en contratar a lo mejor de lo mejor de reparto y hacerles disfrutar interpretando gente rara y perturbada, cosa que no hará avanzar nada de nada a la trama y que no tendrá que ver con nada a su alrededor". De hecho, cualquier otra cosa que pasa alrededor de la cena no tiene sentido alguno. Que Alex se asuste cuando ve que su hijo se carga al perro lo pillo, pero que no llame a su marido al encontrarlo y luego lo devuelva sin más para, sin preguntar si hay otras opciones, convertirse en vampira a manos de Lady Gaga carece de lógica total.
Devil's Night gira entorno a la cena de ex-asesinos en serie más frívola y pretenciosa que os podáis imaginar. Es una excusa más que evidente de Ryan Murphy para decirnos: "mira, me voy a gastar el presupuesto que no me gasto en buenos guionistas en contratar a lo mejor de lo mejor de reparto y hacerles disfrutar interpretando gente rara y perturbada, cosa que no hará avanzar nada de nada a la trama y que no tendrá que ver con nada a su alrededor". De hecho, cualquier otra cosa que pasa alrededor de la cena no tiene sentido alguno. Que Alex se asuste cuando ve que su hijo se carga al perro lo pillo, pero que no llame a su marido al encontrarlo y luego lo devuelva sin más para, sin preguntar si hay otras opciones, convertirse en vampira a manos de Lady Gaga carece de lógica total.
Pero y qué más da. Lily Rabe se sale de Aileen Wuornos. Seth Gabel hace un sensacional Jeffrey Dahmer. Evan Peters y su acento británico siguen marcándose su mejor interpretación hasta la fecha y la desquiciada cena de asesinos transcurre entre la neblina y el exceso (comámonos a un hombre en grupo, en plan secta, ole!) y la sensación de colocón. Para cuando termina, John (que vaya nombre tan poco original) despierta en los brazos de Sarah Paulson y fortalece un shippeo que crece en mi cada día más y la locura termina para volver a empezar una semana después.
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