Crítica de SILVER LININGS PLAYBOOK (David O. Russell, 2012)

Y como os he prometido, he aquí la crítica de Silver Linings Playbook, nominada en todas las categorías interpretativas en los Oscar 2013:

Director: David O. Russell

Reparto: Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Jacki Weaver.

Argumento: Tras descubrir que su mujer le engañaba de la peor de las maneras, Pat sufre una crisis y es diagnosticado bipolar, ingresando en un centro psiquiátrico. Ahora que su estancia ha terminado, se esfuerza en demostrar que viene dispuesto a hacer las cosas bien y con optimismo, recuperando su vida y su mujer. Aunque en esto último talvez Tiffany tenga algo que decir.

Crítica: la comedia good-feeling del año. En casi cada carrera de los Oscar hay una y van oscilando entre las muy buenas y las simplemente correctas. Algunos han dicho que tanto el reparto como el guión de Silver Linings Playbook son excelentes, otros la consideran muy sobrevalorada. Yo me situo entre medio.

Para ello, no hay nada mejor que utilizar el guión: la cinta se puede dividir fácilmente en "Pat y Tiffany" y todo lo que gira al rededor. Una parte es eléctrica, magnética, atractiva... la otra (tirando para el final del metraje) es un lastre para los mejores momentos de la cinta. ¿Adivináis cuál es? "El alrededor". Todo lo que rodea a la pareja de extraños enamorados. El guión de SLP ruge cuando se trata de crear a sus personajes principales, pero si pasamos a los secundarios o vamos a la historia en general... Vamos por partes: los padres de Pat. Sabiendo que podía esperar mucho de Lawrence y Cooper, mis dudas estaban en las nominaciones a actor y actriz de reparto también para De Niro y Weaver, así que me esperaba poco metraje pero con fuertes escenas. Y bueno... La nominación de Weaver es un claro signo de que a la academia le ha encantado la cinta. Está bien, las cosas claras. Pero ¿de nominación al Oscar? Su papel es meramente el de madre que se preocupa por su hijo. Punto. Pero al menos es mejor que el padre, responsable de la trama absurda que rodea el último tercio de la cinta. Cuando Tiffany de repente es una experta en fútbol americano, las cosas chirrían, cuando Pat Sr. pasa de odiarla a seguirle la corriente como un perrito en dos segundos, chirrían todavía más. Pero es que conectar la competición de baile con las apuestas familiares simplemente no cuadra. No encaja. Por si los sentimientos hacia su hijo no fueran suficientemente ambiguos durante la mayoría de la cinta, esto solo aumenta la sensación de que es un padre horrible y arrastra con él al resto. Confabular contra Pat a sus espaldas para lograr dinero a cambio es algo que ni siquiera intenta disimular y sinceramente, si Tiffany había de conectar con la familia de alguna forma prefería que no hubiese sido así. Todos parecen monstruos y es el único momento en que Lawrence no me gusta (más que nada porque se ve demasiado obvio que juega por intereses personales, puramente egoísta, lo quiera Pat o no). Es la gran locura que rodea la pareja principal, una locura divertida y entrañable la mayoría del tiempo, excepto cuando se mezclan los intereses personales al final.

Hasta aquí. Esa es la parte de la cinta que no me gustó. Y de todos modos le he puesto buena nota a la cinta. ¿Porqué? Adoro a sus protagonistas. Y siento que si hubiesen construido toda la trama que les rodea de otra forma completamente distinta, Silver Linings Playbook podría haber sido una cinta maravillosa. Ellos solos, como personajes, sin asteroides paternales ni hermanas pedorras de por medio son lo que tiran adelante sin problemas una cinta que se podría haber hundido por sus carencias secundarias. Jennifer Lawrence y Bradley Cooper no solo dan unas interpretaciones sensacionales, sino que chorrean química por los costados (sinceramente, algo palpable a kilómetros  y sus personajes, con sus carencias afectivas y sus problemas sociales son casi siempre adorables (menos cuando Tiffany utiliza a la mujer de Pat para que él baile en el concurso y así poder conquistarlo... vale que sea inepta socialmente, pero un personaje tan egoísta y con formas tan poco "sutiles" dañan un poco la necesaria conexión con el espectador para que éste se enamore de la pareja)). Además, son protagonistas casi unánimes (dejemos fuera los sollozos de Weaver) de la carga emotiva de la cinta: desde la emoción de Cooper al leer la carta que supuestamente ha escrito su mujer, hasta las lágrimas de desesperación de Lawrence cuando cree que va a perder a su amor obsesivo. No siempre reaccionan de la mejor forma y, de nuevo Lawrence es la que decide alejarse de sus sentimientos de la peor manera (usando la autonegación y el sexo sin sentimiento para que no la hieran tras haber dado demasiado de si sin protegerse primero, como cuando le cuento su despido a Pat), pero cuando les ves bailar juntos en el concurso de baile al ritmo de Felt in love with a Girl puedes sentirlo claramente: ahí están ellos. Un par de raros disfuncionales y enamorados hasta el tuétano. ¿Qué más darán los demás? El extraño amor de Pat y Tiffany es pura química cinéfila, es electricidad y sentimiento, desde los locos movimientos de baile, pasando por la emotiva declaración de Pat que deja a Tiffany echa un mar de lágrimas, hasta la escena del final feliz en la que se les ve acaramelados en un sofá: irónicamente, la cinta en si accentua lo que ya he dicho hasta ahora. Ellos son el corazón de la cinta, el centro alrededor del cuál gira un gran cinturón de asteroides. Un circo muy extraño a momentos desechable a momentos entrañable y divertido. Más que sobrevalorada, tiene ese gran lastre que (a veces, en el tramo final) le quita mucha fuerza a la cinta, pero si logras centrarte en lo que importa, aunque solo sea ver bailar como locos a los que, extrañamente, más cuerdos están, te darás cuenta de que Pat lleva razón: todo el resto no importa. Y a su manera, habrá merecido la pena.

Nota: 8,5

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Y ahí la tenéis. Ir precavidos cuando la veáis que aunque sea una comedia good-feeling puede ser que la améis o la odiéis, yo he sentido ambas cosas. En cuanto a Oscars, como digo los protagonistas están de lujo. Cooper seguramente hace su mejor interpretación pero tiene pocas posibilidades contra Day Lewis. El dilema está con Lawrence. Como su personaje es a tiempo parcial parte de ese círculo que rodea a Pat y, por motivos personales, juega con él (su papel en toda la cinta es un lento juego de seducción que a veces no logra cubrir del todo), no puedo evitar guardarle un poco de rencor al personaje. Pero ¿no es eso parte de la disfuncionalidad social de Tiffany? A parte, Lawrence esta muy bien. De todos modos, y aunque como actriz me encanta y clava el personaje, pienso que esta vez el Oscar talvez debería ir para Chastain. Ahora mismo sigo con mi empate calidad-tiempo en pantalla-desarrollo del personaje con las interpretaciones de Chastain y Cotillard pero Lawrence quedaría un pasito por detrás. Tal vez porque todo el rato sentía que Silver Linings Playbook era un aperitivo menor contra la dureza de ZD30 o Rust and Bone. Del mismo modo que ante la madurez de Maya o Stéphanie, veo en Tiffany solo una niña enamorada hasta los huesos impotente al ver que no es capaz de lograr el amor de quién más quiere (y lo digo en el mejor sentido y repito que clava al personaje). Podría ser una comedia agradable contra dos fuerzas más titánicas, más complicadas, con más madurez y dureza. O podría ser que estuviera equivocado y Lawrence estuviera justo donde debe estar. Seguramente estuvo mejor en Winter's Bone precisamente por esos motivos y, seguramente, en la larga carrera que le espera, vuelva a tener nuevas oportunidades de probar el oro hollywoodiense. Si solo fuera por garantizar esto último, yo haría esperar a Lawrence esta vez y dejaría que Maya recibiera su recompensa por ser la motherfucker que se cargó a Bin Laden.

Nos vemos! :)