Crítica de "Little Miss Sunshine" (Jonathan Dayton, 2006)

Habéis visto el nuevo gadget de twitter en la barra lateral? Casi me da una crisis nerviosa para colocarlo. Dejando esto de lado, Little Miss Sunshine es la otra cinta que tenía pendiente desde hace mucho tiempo y que no pertenece ni a las de la temporada cinéfila ni a las del trabajo de recerca de bachiller. Os dejo mis opiniones mientras me preparo esta noche para ver el último capítulo de la primera temporada de Homeland! Preparaos para las primeras entradas seriéfilas, de momento sobre series nuevas y para los famosos (?) repasos trimestrales a finales de diciembre (que ya es diciembre! Se acerca la navidad! Yay!).

Director: Jonathan Dayton

Reparto: Greg Kinnear, Steve Carell, Toni Collette, Paul Dano, Abigail Breslin, Alan Arkin.

Argumento: Después de que Olive se califique para participar en el concurso de belleza Little Miss Sunshine, que se celebra en California, la familia al completo se embarca en un viaje en caravana a través de medio país para que pueda participar.

Crítica: Tenía altas expectativas en esta cinta; totalmente cumplidas. Tras ponerle nota me he dado cuenta que hasta le he dado un poco más que a The Departed, y he de decir que la obra de Scorsese me encantó, así que eso tiene un mérito.

A que se debe? Dos razones: el inteligente y divertido guión capaz de aunar a tan variopintos personajes y darles desarrollo a cada uno es una. Esos personajes y el impresionante reparto que les da vida es la otra.

Sí, Little Miss Sunshine es como una gran familia, y al final de la cinta acaba logrando lo imposible; que hasta el que peor te caía de sus integrantes (el fracasado Richard al que le hubiese metido un buen guantazo cuando le dice a Olive que no coma helado! Eso es de ser idiota, hombre! Qué triunfador ni que narices? Si nadie quiere publicar tu estúpido proceso!). En cuanto al resto: Abigail Breslin es la cosa más dulce y enternecedora que haya visto. Su interpretación te rompe el corazón y es el pequeño halo de inocencia que actúa como centro de la loca familia. Actuando como otro vínculo de unión encontramos a la madre de familia a la que da vida Toni Collette. Desgastada por la presión y por tener que tirar de todos (incluido el incompetente de su marido) hacia adelante, es ella la que piensa por todos cuando hay las grandes crisis, como cuando muere Edwin o cuando Dwayne descubre que no va a poder ser piloto. Al final de tanto problema hasta te preguntas como un simple abrazo de la pequeña Olive logra que lleguen al campeonato a tiempo. Ésta, recibe todo el apoyo y instrucción de su (posteriormente difunto) abuelo, un adicto a la heroína y cascarrabias Alan Arkin, que ofrece una de las escenas con más alma de toda la cinta cuando su nieta le pregunta en lágrimas si es guapa y el le responde que es la chica más hermosa que ha visto. Para cerrar el círculo, encontramos una sorpresa: Carell, que me decepcionó por completo con su transparentemente sosa interpretación en Crazy, Stupid, Love ofrece el doble de fuerza aquí como un suicida depresivo, entablando una curiosa relación (muchas veces sin palabras ni sin necesidad de los pastelosos discursos que usaba en la otra cinta) con Dwayne. Ambos atrapados en un mundo que muchas veces no los entiende, se dejan llevar por la locura de la familia Hoover.

Una familia muy poco corriente encumbrada por un reparto estelar

De esta forma, la familia llega al campeonato y, como era de esperar, hay una sorpresa final: el baile que había preparado Olive. Minutos antes todos se alarman de que se vayan a reír de ella, pero Olive se prepara, reduce los nervios, agradece los pasos aprendidos a su abuelo y se come el escenario. Lo curioso es que ya había visto el baile porque lo encontré por casualidad en internet, y cuando lo hice sin haber visto la película me pareció una terrible tontería. Increíblemente, tras ver la cinta, esa simple escena cobra una magia inesperada; ves como cada miembro de la familia, con sus problemas y desastres personales, ha aprendido algo de ese viaje y ahí los ves, haciendo todos juntos el tonto en el escenario para que Olive pueda acabar su baile. Simplemente perfecto. Así es Little Miss Sunshine, una comedia increíblemente dulce e increíblemente divertida. Inteligente, compleja, con un guión de auténtico lujo y un reparto de excepción. Ganando calidad progresivamente hasta el mismo baile final, nos dejan algo perplejos cuando, sin mayor drama, aceptan que los han echado y que Olive jamás se podrá volver a presentar a un concurso de belleza, pero la dulce niña no coge una rabieta; sonríe y vuelve a casa con su familia (dios, es que me la comía). Terriblemente emotiva sin necesidad de excesos de azúcar, en los pequeños detalles, en las pequeñas cosas, si sabes como construir una película puedes lograr mucho más que con mil palabras. Y con su gran corazón, Little Miss Sunshine lo hace.

Una pandilla de raros? Talvez. Una familia incomprendida que se niega a ser como las demás? Seguro.

Nota: 8,75
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Y hasta aquí. No me esperaba tal sorpresa, simplemente me ha encantado. He adorado la dulce e inteligente Little Miss Sunshine de principio a fin. Y vosotros?

Nos vemos!

Es que me la como... Cuando ves como practica caras de sorpresa al principio de la película... Ay! Paro que lloro! Y cuando empiezo...