Reparto: Emmanuelle Riva, Jean-Louis Trintignant, Isabelle Huppert, Alexandre Theraud.
Argumento: Georges y Anne son una pareja jubilada que ha cruzado los ochenta y vive en París. Un día, Anne sufre un infarto y la mitad de su cuerpo queda paralizada, poniendo el amor mutuo de tantos años a prueba.
Crítica: Lo he pasado muy, muy mal viendo Amour. Y aunque gran parte del motivo es la cinta en sí, también viene de motivos personales. Pocos de vosotros sabréis que en junio del año pasado mi abuela murió. Había tenido demencia los últimos años de su vida y los dos anteriores a su fallecimiento, yo y mi familia íbamos casi a diario a cuidarla porque se había quedado en un estado muy parecido al de Anne en Amour. Fueron dos años malos, la verdad. Yo iba con todo el optimismo del mundo, pero era duro, más que nada porque yo no podía reconocer ya en aquella figura de 99 años, la imagen de mi abuela María, tan vital y alegre incluso a su avanzada en edad. Simplemente no estaba allí. La miraba a los ojos y pocas veces tuve la impresión de que mi verdadera abuela me devolviese la mirada. Tal vez por eso pude llevarlo bien después de que muriera; ahora que hecho la mirada atrás y pienso en "mi abuela" lo único que me viene a la cabeza son imágenes de cuando estaba bien, no de aquellos últimos largos meses. Lo que me empujaba en aquél entonces era saber que estaba contribuyendo a que llevara la última etapa de su vida con dignidad y evitar que se la llevaran a un hospital, donde seguramente iba a durar poco y sufrir más.
Es por eso que se me ha hecho tan y tan duro ver Amour; por una parte he recordado lo dura que fue aquella experiencia, por otra; me ha dejado con mal cuerpo. Mi abuela murió con todos nosotros delante y siempre me quedó la seguridad de no abandonarla y cuidarla hasta el final, de haberlo hecho bien con ella. Pero Anne, aún sin ir a un hospital, sufre. Y mucho. Y puedes ver más de una vez que cuando han de cuidar de ella se siente humillada, como si fuera un bebé que no puede ir al baño solo ni cuidar de si misma. Además, cuando sufre el segundo ataque también deja de ser la anciana fuerte del principio y se queda en un estado de incoherencia muy parecido al de mi abuela. La única vez que responde la mirada a su marido es cuando éste le pregunta si quiere morirse. Creo que en mi caso es algo distinto porque la mía, para empezar, nunca quiso morirse (mi madre me dijo más de una vez que ese había sido siempre su mayor miedo). Además ya no sabía muy bien que pasaba a su alrededor cuando ya no se valía por si misma, y creo que siempre la tratamos con respecto y sin intención de humillarla pero, de todos modos... no ha sido una cinta para nada agradable de ver.
Y es que Amour está tan bien hecha, que es terriblemente realista. Terriblemente deprimente, fría como el tuétano, dura e incómoda de ver. Tanto que genera rechazo. Anne comienza diciendo que solo va ir a peor y que se va a morir. Y de hecho lo hace. Punto. Haneke no muestra efectos de última hora; nos enseña una vida que se apaga de la forma más cruel. Y aunque Georges la cuida con esmero y cariño, no puedes evitar sentir la dureza y la crueldad de sus últimos y agitados movimientos cuando su marido la ahoga con la almohada. Sigo sin comprender como su hija está tan perdida la mayoría del tiempo y como él se vuelve tan y tan arisco (yo intentaba llevar la situación con normalidad y aliviar la tensión que traen este tipo de "enfermedades" a largo plazo), pero supongo que la actitud de Anne tampoco es mucho más positiva. No hay lugar para la esperanza. No hay lugar para pensar que hay que disfrutar lo poco que queda. Solo aguarda la muerte y una tediosa espera en la que permanece un cuerpo venido a menos y una mente que termina por desaparecer. Incluso el final queda tan vacío como la habitación cuando el que se va da su último aliento. Allá por la mitad de la cinta supe que no iba a poder puntuarla por lo personal que era el tema que trataba. Tal vez también por el rencor propio que de alguna forma le guardo a la visión tan derrotista que expone la cinta. A ella por dejarse caer sin intentar batallar e incluso a él por terminar su camino antes de tiempo. Estoy de acuerdo con la eutanasia en la mayoría de casos y se que su única intención era que no sufriera más ni que tuviera que pasar más por el humillante estado en que se encontraba, pero simplemente no quiero pensar desde ese punto de vista porque no quiero admitir la posibilidad de que mi abuela quisiera morirse (no pueo evitar no relacionarlas, no unir sus casos cuando sus estado se parecen tanto). Más de una vez nos plantearon darle un tratamiento de confort y terminar antes con el sufrimiento pero no lo consideramos. Es como ahogar a un pajarillo cojo, como acabar con tus propias manos con la vida de alguien que está en ellas. Para muchos eso es amour (y puedo ver que ese era su único motivo, no lo critico), en mi caso simplemente no puedo ni pensarlo.
Podría decir que es una reseña demasiado personal, pero es una película que solo se puede ver de esa forma. Yo tambiién la ví de forma muy personal, pero quizás desde otra perspectiva... más viejo.
ResponderEliminarMuy personal, sin duda. Sucede cuando lo que ves te retrotrae a una vivencia personal. Me sucedió con Tres días con la familia, y por eso comprendo tu reseña.
ResponderEliminarEn lo personal (todo personal, XD), Amour es tan incómoda que me provoca rechazo. No como las otras de Haneke, que me incomodan pero las disfruta y reviso como juegos o retos. Amour pretende afectar a un plano sentimental... y prefiero el Haneke intelectual. ;)
Saludos!
A mi igual! Me sentía muy incómodo viendo la película y esa visión tan derrotista, como dices me producía rechazo. Supongo que más que nada por la visión personal, pero igualmente es una cinta durilla. Gracias por dejar tu opinión, saludos! :)
EliminarQue buena critica.
ResponderEliminarMe ha encantado y acongojado el planteamiento personal. Te envio un abrazo.
Uau, gracias, jaja :) Supongo que me salió de dentro. Saludos!
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